Author
Robert Sapolsky
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Algo similar sucedió en Sudáfrica, promulgado en gran parte por Nelson Mandela, un genio en la apreciación de los valores sagrados.

Mandela, mientras estuvo encarcelado en Robben Island durante 18 años, aprendió por sí mismo el idioma afrikaans y estudió la cultura afrikaans, no solo para entender literalmente lo que sus captores decían entre ellos en la prisión, sino para comprender a las personas y su forma de pensar.

En un momento, justo antes del nacimiento de una Sudáfrica libre, Nelson Mandela inició negociaciones secretas con el líder afrikáans, el general Constand Viljoen. Este último, jefe de las Fuerzas de Defensa Sudafricanas de la era del apartheid y fundador del grupo Afrikaner Volksfront opuesto al desmantelamiento del apartheid, comandaba una milicia afrikáans de cincuenta a sesenta mil hombres. Por lo tanto, estaba en condiciones de condenar las inminentes primeras elecciones libres de Sudáfrica y probablemente desencadenar una guerra civil que mataría a miles.

Se reunieron en la casa de Mandela, con el general aparentemente anticipando negociaciones tensas en una mesa de conferencias. En cambio, el sonriente y cordial Mandela lo llevó a la cálida y hogareña sala de estar, se sentó a su lado en un cómodo sofá diseñado para ablandar el trasero más duro y habló con el hombre en afrikáans, incluida una pequeña charla sobre deportes, saltando de vez en cuando. para conseguir té y bocadillos para los dos.

Si bien el general no terminó siendo el alma gemela de Mandela, y es imposible evaluar la importancia de cada cosa que Mandela dijo o hizo, Viljoen quedó atónito por el uso del afrikaans por parte de Mandela y su familiaridad cálida y conversadora con la cultura afrikaans. Un acto de verdadero respeto a los valores sagrados.

"Mandela se gana a todos los que lo conocen", dijo más tarde.

Y en el transcurso de la conversación, Mandela persuadió a Viljoen para que suspendiera la insurrección armada y, en su lugar, se presentara a las próximas elecciones como líder de la oposición.

Cuando Mandela se retiró de su presidencia en 1999, Viljoen pronunció un discurso breve y titubeante en el Parlamento elogiando a Mandela... ¡esta vez en el idioma nativo de Mandela, el xhosa!



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